Es sabido que la arqueología realiza descubrimientos constantemente. Lo que al día de ayer fue enigma tal vez hoy sea certeza. Y lo que hoy es misterio tal vez mañana sea evidencia.
Esta introducción sirve para preguntarnos ¿Quién fue el primer poeta de la Historia? Al día de hoy la respuesta es: el primer poeta fue una mujer. Su nombre era Enheduanna, y fue la hija del rey acadio Sargón el Grande. Como parte de su responsabilidad familiar también debió ser sacerdotisa de la deidad lunar Nanna Suen en su templo de Ur, actual Irak.
Enheduanna escribió muchas obras literarias, entre ellas dos himnos dedicados a Inanna, la diosa mesopotámica del amor, y otros dedicados a Enki, en un total de cuarenta y dos.
Las tradiciones de la escritura en el mundo antiguo son a menudo consideradas una labor exclusivamente de hombres, pero la obra de Enheduanna es una parte fundamental de la rica historia literaria de la antigua Mesopotamia. Pero también se la considera una precursora de la astronomía ya que sus descripciones de las medidas estelares y los movimientos se consideran posiblemente como las primeras observaciones científicas del cielo.
Su poesía tiene una calidad reflexiva que enfatiza las cualidades superlativas de su musa divina, mientras también resalta las habilidades que se necesitaban para las composiciones escritas.
En lo personal me ha gustado mucho la afirmación de su originalidad que hace al finalizar su obra: “El compilador de las tabletas fue En-hedu-ana. Mi rey, se ha creado algo que nadie ha creado antes”.