Por Agencia Télam.
El contenido de la misteriosa “carta de Tavistock”, escrita en caracteres taquigráficos por el británico Charles Dickens, logró ser desentrañado por un grupo de investigadores, creadores de “El código Dickens”, quienes al ofrecer una recompensa recibieron la ayuda de más de mil personas de distintas partes del mundo que se sumaron a descifrar escritos del célebre autor de David Copperfield, Historia de dos ciudades y Oliver Twist.
El grupo de investigadores ofreció una recompensa de 300 libras esterlinas (unos 350 euros) a quien lograra desentrañar la denominada “carta de Tavistock”, que estaba en poder de The Morgan Library and Museum de Nueva York y fue escrita en caracteres taquigráficos, en un papel con un membrete de Tavistock House, la casa donde el escritor y su familia vivieron en Londres, desde 1851 hasta 1860.
El autor (1812-1870), que creó algunos de los personajes de ficción de mayor popularidad de la literatura mundial, y fue considerado un genio literario por críticos y estudiosos, era un aficionado a los códigos y los acertijos, y desarrolló un sistema basado en la braquigrafía de Gurney, lo que hizo que muchos de sus textos no pudieran ser aún leídos ni interpretados.
A partir del trabajo de investigación iniciado por el equipo liderado por Claire Wood, profesora de literatura victoriana en la Universidad de Leicester, y Hugo Bowles, profesor de inglés en la Universidad de Foggia en Italia, se llegó a descifrar el contenido encriptado de la carta en cuestión, con la ayuda de más de mil personas de todo el mundo que enviaron sus respuestas.
Uno de esas personas es un joven de 20 años residente en Ohio, Estados Unidos, identificado como Ken Cox, que estudia ciencias cognitivas en la Universidad de Virginia y que se considera fanático de los rompecabezas y de Dickens, y otro es Shane Baggs, un programador de California que manifestó estar muy a gusto de “poder contribuir” a descifrar el misterio, y aseguró que perfeccionó sus habilidades de codificación gracias a la comunidad de Reddit, consignó el ABC de España.
Claire Wood y Hugo Bowles utilizaron el análisis de estos jóvenes y del resto de participantes para transcribir, “un 70% del texto, que ha permanecido sin descifrar durante más de 150 años”, según explicaron.
El desafío fue mayúsculo porque la taquigrafía de Dickens no pudo hasta el momento ser develada ni siquiera por un ordenador, porque no solo tiene las letras desordenadas, sino que la taquigrafía también lo está, había dicho Bowles.
La carta contenía palabras como “Día de la Ascensión”, lo que permitió identificar la fecha de la carta, así como los términos ‘anuncio’, ‘rechazado’ y ‘reenviado’. Por esas palabras, declaró Wood, “supimos que (Dickens) estaba escribiendo sobre un anuncio suyo que había sido rechazado”, probablemente en una revista ya que, después, encontraron en un museo de Nueva York una respuesta a Dickens escrita en 1859 por Mowbray Morris, gerente de ‘The Times’, disculpándose por “la mala educación de un empleado” que rechazó un anuncio suyo.
“El trabajo de los decodificadores ayuda a arrojar luz sobre este momento difícil en la vida de Dickens. En la carta vislumbramos a Dickens, el hombre de negocios, usando sus contactos personales para promover sus intereses y argumentando con fuerza su caso”, sostuvo Wood.