El prolífico autor de fantasía y ciencia ficción Brandon Sanderson abrió una campaña en Kickstarter para autopublicar cuatro de las novelas que había escrito durante la pandemia. La meta, conseguir un millón de dólares en treinta días, la consiguió en apenas media hora. En las siguientes veinticuatro horas había llegado a los 15,4 millones y un día después ya sobrepasaba los 19 millones. Esta alucinante suma de dinero, que ha sido calificada por Kickstarter como la más exitosa de todas sus campañas, pone sobre la mesa qué es lo que pueden conseguir los autores que tienen una enorme cantidad de fieles lectores y que, a pesar de todo, prefieren en su mayoría seguir apegados a las rutas tradicionales de publicación.
El caso de Sanderson es, desde luego, muy singular, no solo porque antes de plantearse un proyecto así lleva a sus espaldas más de veinte millones de libros vendidos, sino porque a lo largo de los años se ha ido forjando una relación muy especial con sus lectores, asistiendo a infinidad de convenciones e interactuando con su audiencia.
Además, la autopublicación en la escala en la que Sanderson se propone es muy complicada porque requiere que el escritor se convierta prácticamente en el director de una editorial. Ya sabemos todo el trabajo que tiene una editorial: hacer varias correcciones del manuscrito, registrar el ISBN y solicitar los derechos de autor, imprimir miles de copias, para después almacenarlas y distribuirlas. Para hacer todo ese penoso trabajo, Sanderson creó una empresa, Dragonsteel Entertainment, en la que trabajan unas treinta personas, entre las que hay un director de marketing, un artista conceptual o un director de recursos humanos. Además, tiene su propio almacén, cerca de su casa. Sanderson se autoedita sus libros desde principios de la década de 2010 y una campaña que hizo en Kickstarter en 2020 para reimprimir uno de sus libros le sirvió de tanteo para comprobar cómo funcionaría un proyecto mucho más grande.
Según afirmó el propio autor, no tenía en mente abandonar las editoriales tradicionales, porque las considera fundamentales para que sus libros sigan estando presentes en el catálogo de todas las librerías. De hecho, tiene previsto publicar dos novelas por esta vía, una con Tor, que es parte de Macmillan Publishers, y otra con Delacorte Press, sello de Penguin Random House. Tampoco tiene pensado usar toda la infraestructura que ha levantado para publicar a otros autores, ya que sabe que la base de su éxito está en el poder de atracción que genera sobre sus lectores.
Otro de los objetivos de Sanderson era plantear un modelo de venta alternativo a Amazon, que está detrás de la mitad de las ventas de todos los libros impresos en Estados Unidos y que representa el 80 por ciento de las ventas de Sanderson. Además, Kickstarter le permite añadir otro tipo de productos adicionales a sus libros, así como la posibilidad de combinar libros en diferentes formatos, algo que en las editoriales tradicionales no se suelen contemplar.
Sanderson no es ni mucho menos el primer autor conocido que ha elegido el camino de la autopublicación. Y, de hecho, en ciertos géneros como el romance, la ciencia ficción o la fantasía, es algo muy común, algo que ocurre sobre todo cuando los subgéneros abordan temas tan concretos que no se cree que puedan interesar al gran público.