«Verano»
Verano, verano rey,
del abrazo incandescente,
sé para los segadores
¡dueño de hornos ! más clemente.
Abajados y doblados
sobre sus pobres espigas,
ya desfallecen. ¡Tú manda
un viento de alas amigas !
Verano, la tierra abrasa :
llama tu sol allá arriba ;
llama tu granada abierta ;
y el segador, llama viva.
Las vidas están cansadas
del producir abundoso
y el río corre en huída
de tu castigo ardoroso.
Mayoral rojo, verano,
el de los hornos ardientes,
no te sorbas la frescura
de las frutas y las fuentes…
¡Caporal !, echa un pañuelo
de nube y nube tendidas,
sobre la vendimiadora,
de cara y manos ardidas !
Gabriela Mistral