Es la mitad del invierno
Es pleno invierno, los árboles están desnudos
excepto donde se refugia el rebaño
acurrucados bajo el pino.
La oveja bala en la nieve fangosa
apoyado contra la valla. El establo está cerrado
pero arrastrándose salen perros temblorosos,
bajan al arroyo helado. Regresar
abatida espalda. Envuelto en un suspiro
parecen ser los ruidos de los carros, los gritos de los pastores.
Los cuervos chillan en círculos indiferentes
alrededor del pajar helado. O se agachan
en las ramas que gotean. El hielo se rompe
entre los juncos del estanque donde el avetoro bate sus alas
y estirando el cuello se ríe de la luna.
Una pobre liebre salta sobre los prados,
pequeña mancha oscura asustada
y una gaviota perdida, como una ráfaga repentina
de nieve, grita contra el cielo.
Oscar Wilde